274180862 10160518798596318 3554556718334393128 nLo que iba a ser un parto programado terminó siendo una boda inesperada. El alumbramiento se desplazó y la ceremonia del amor alcanzó la cúspide con avidez.

 No hubo intercambio de anillos ni aquello de en lo bueno y lo malo, aunque el oficial de turno lanzó una mirada curiosa al hablar de tareas domésticas. No se rompió el Prosecco ni hubo photocall en el banco de la entrada, aunque se bendijo al peregrino de piedra con flores moradas y amarillas, prendimos una vela y limpiamos su espacio con unas hierbas que llegaron del sur.
~
Cinco minutos antes de abrir la puerta pregunté a mi padre si quería entrar bailando, claro!!! El camino corto o largo? Vamos a disfrutar por el largo!!! A ritmo de ‘get lucky’ los pantalones acampanados que compré en un mercadillo por dos euros siguieron los impulsos del corazón sin prisa por terminar. Llegaron sorpresas envueltas en cálidas palabras que la mamma garabateó en un papel y una amiga del alma envió un ramo de párrafos sinceros que nos hicieron llorar mucho. Apareció un olivo que viajó desde el origen para que no olvide las raíces.
~
Decidí hacer visible lo invisible y agradecer esta década de amor envolviendo el momento con un hilo rojo de algodón. El señor que vive en la luna me chivó que él ya lo hizo cuando nacimos. Dibujamos una espiral en el aire con el sahumerio que la maga del sur preparó para bendecir nuestra unión. Nos sumergimos en un dulce remember del camino recorrido, agradecimos a los ancestros el impulso de vida que recibimos para llegar hasta aquí y volvimos a elegirnos mutuamente.
~
Un par de cigüeñas tozudas se afanan por hacer casa en un minúsculo espacio del campanario de la Iglesia. Cada día los frailes recogen del suelo una carretilla de palos con aroma a fracaso. Ellas castañean el pico con frecuencia para compartir la alegría de haber encontrado su sitio y continuan construyendo su nido. Palo a palo. Un nuevo territorio donde rebrotar la semilla del amor. Paso a paso. Una nueva tierra donde sus almas se reconozcan a cada instante. Huella a huella. Un nuevo inicio regado de la elección consciente de compartir la vida junto a ti.